Introducción
En el contexto de la cuarentena provocada por la pandemia mundial del COVID-19 Uxer School, en colaboración con TeamLabs, dos campus de innovación y emprendimiento, idearon un reto, llamado “#Covid-19 Challenge. Pasamos a la acción por un mundo mejor”. El objetivo era responder con iniciativas desde la sociedad civil para atender a diferentes necesidades y nuevos escenarios que esta pandemia estaba provocando, con la idea de ver la crisis como oportunidad. Responder a un reto sistémico. La nueva situación ha provocado el cese de la actividad económica, una sobresaturación de la sanidad, aumento exponencial del desempleo, información poco fiable, aislamiento en nuestras casas, y, sobre todo, mucha incertidumbre.
Se generaron hasta 28 propuestas en torno al mundo educativo, el mundo de los cuidados, el apoyo al comercio local, la gestión emocional, la ayuda en hospitales, la ayuda entre vecinos, la verificación de la información, los hábitos sostenibles, el mundo de la empresa, las personas vulnerables… Nosotros elegimos esta última, con un reto sobre las personas sin hogar.
Metodología.
Lo que voy a explicar en este artículo se refiere a mi visión personal de la primera parte de este proceso ( que tendrá tres fases), en la que hemos utilizado la metodología del Human Centered Design con diferentes herramientas del Design Thinking para llevar a cabo nuestros trabajos, que fueron en equipo.
La Fase 1 consiste básicamente en ver el encaje del problema detectado con el prototipo de solución propuesta, diseñando una propuesta de valor que aborda sus tareas, frustraciones y alegrías.
Seguimos un proceso con una duración de 5 semanas, más otra semana extra para preparar nuestras presentaciones, según este modelo.
El proceso de trabajo.
El itinerario propuesto por quienes lanzaron el reto desde UXER, incluía los siguientes pasos:
Todo nuestro trabajo se realizó en remoto. Con reuniones online y herramientas digitales. Una forma de trabajar que antes de este nuevo escenario mundial solamente usaban un 5% de los trabajadores en España, y que en este momento, mayo de 2020, ha subido a más del 30%. Toda una experiencia de adaptación al cambio.
01 Primera semana: COMPRENDER.
Esta fue la primera propuesta del promotor de la idea en nuestro equipo:
“Conseguir que las personas que estaban empobrecidas
antes del COVID no queden a un lado en la recuperación.
Que las administraciones no los dejen en la cuneta”.
Una vez considerado nuestro ámbito de trabajo, el de las personas vulnerables, los perdedores de la sociedad y los más frágiles en función de las consecuencias que esta pandemia puede tener para estas personas, valoramos a diferentes colectivos sobre los que podríamos tratar.
Pusimos el foco sobre diferentes grupos humanos, como familias monoparentales con hijos a cargo, inquilinos con contratos abusivos, etnias minoritarias, personas en riesgo de pobreza material severa, infancia empobrecida, personas sin papeles, falsos autónomos, personas con diversidad funcional, refugiados…
Pero el colectivo que generó mayor consenso en nuestro equipo fue el de las personas sin hogar por su especial situación de vulnerabilidad, por estar considerados dentro de la sociedad como los últimos de la fila.
Objetivos de la investigación
El objetivo fundamental de esta parte del proceso es comprender, entender al colectivo elegido y a las personas que les ayudan. Comenzaba una fase de divergencia, de abrir la mirada para conocer. Obtener contexto, identificar los problemas principales.